¡Qué no te tomen el pelo!

¡Ni la cabeza...! Resulta difícil elegir entre tanta oferta cultural, a veces se apodera de mí el cansancio ante muchas  "grandes obras maestras" que después casi siempre te dejan a medias. El poder de los libros es maravilloso para emocionarte, entretenerte, sorprenderte, comprender el mundo, entenderte y entender a los demás, pero a veces también pueden servir para aburrirte, deprimirte, decepcionarte... Quizá a veces nos acercamos a ellos en el momento menos adecuado o en una edad errónea.

El País Semanal publicaba este fin de semana un reportaje sobre el profesor Pierre Bayard, autor del ensayo Cómo hablar de los libros que no se han leído, la idea de Bayard no es animar a la no lectura, sino romper el mito entre algunos lectores al tener que admitir de manera casi aterrorizada que no conocen tal o cual texto. Es casi imposible haber leído todas las obras literarias que se consideran imprescindibles, ya que además de leer hay que comer, trabajar, vivir... Pero también apuntaba la idea de que muchos de los suplementos literarios que aparecen los sábados analizan tantas novedades que en condiciones normales resultaría imposible para una redacción de un periódico normal.

Quizá la opinión más fiable a la hora de elegir un libro u otro sea la de otro lector que, sin prisas y sólo por el placer de leer analiza lo que llega a sus manos.

Según El País Semanal, en la edición inglesa del ensayo de Bayard se hablaba de las siguientes 10 obras inmortales:

- Moby Dick                                                     - Ulises

- A sangre fría                                                  - El ser y la nada

- La letra escarlata                                          - Lolita

- El hombre sin atributos                                - Jane Eyre

- El hombre invisible                                       - Fiesta

Me consuelo al pensar que es la versión inglesa porque sólo me he leído dos y espero que me quede vida para comprobar si el resto eran realmente tan inmortales.